martes, 3 de julio de 2007

De títeres y titiriteros.



Javier Lusardi es titiritero del Teatro de Títeres de Fundación Cultural Patagonia . Junto con sus compañeros van por las escuelas rurales de Roca y pueblos vecinos con un espectáculo lleno de canciones, cuentos, títeres y demasiado corazón. Hace poco estrenaron “Chímpete. Chámpata". El pícaro burlado” de Javier Villafañe y “Rul, el caracol” de Carmen Loguercio


¿Qué conexión hay entre vos y el títere?

Cada vez que me pongo uno de guante, el títere cobra vida y esa vida varía de acuerdo mucho de acuerdo a mi estado de ánimo. Si bien cada títere es un personaje bien definido. En realidad cada función es diferente con el mismo títere. Porque mi energía varía por días… ¿Entendes? La conexión que hay es muy intensa. Mi estado de ánimo y energía me hacen redescubrirlo en cada presentación y eso es fascinante!

¿Qué crees que le pasa al chico cuando ve al títere?
Creo que a los chicos se les despiertan sensaciones que son poco comunes en ellos. Porque un títere no es un dibujo animado, ni como un actor ni como un payaso. Esa es la magia del títere, esa es una muy buena fusión entre un actor y un dibujo animado. (Risas)

¿Crees diferencian entre el títere y el titiritero?
Si tenes bien definido el personaje que deseas que sea el títere. Pero ellos ven similitudes y pueden percibir quien de los integrantes del grupo manipula cual o tal títere.

Títeres o Televisión, qué prefieren los chicos?
Si hubiese tantas obras de títeres como de programas de televisión infantiles. Optarían por los títeres sin duda alguna (Risas) Hablando en serio elegirían los dos, lo que pasa es que no siempre se tratan temáticas educativas en ambos lados.
¿Cual es la máxima manifestación que se puede lograr con un títere?
Se pueden recrear las escenas que quieras. Desde “La última cena” hasta “La guerra de las Galaxias”. (Risas). Es arte y el arte nunca tiene techo y la imaginación de los chicos mucho menos.

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