Yo, pianista.

Toca el piano, es profesor, compone, graba discos y más. Un verdadero paradigma de los hombres excelentes, hombres que aceptan como válido lo que les reclama un estirón para alcanzarlo. Su papá quería que fuera karateca y el se inclinó por las teclas, tan mal no le salió (sin ánimo de ofender a los amigos karatecas). Desde San Juan nos cuenta su vida y obra. Con ustedes...Paulo Carrizo.

Empecé a tocar el piano a los siete años, nadie me mando a hacerlo, mi papá me llevaba a karate y yo insistía con que quería tocar el piano. No me acuerdo de cuando comencé particularmente, entre los 7 a 9 años y de 10 a 12 en un Instituto para niños con un método pedagógico alemán (Divertimenti) muy de vanguardia.

A los 12 entre a la escuela de música de la Universidad Nacional de San Juan , allí hice un ciclo pre-universitario (un secundario paralelo de música), no lo termine y a los 18 me fui a Buenos Aires. Mientras estudiaba música clásica me dediqué a tocar Blues y Rock. Y una vez Miguel Botafogo me escuchó le gustó y me invitó a tocar con el. También toqué con Pappo y mucha gente más.

Estuve un año en la universidad me fue bien hice dos años en uno, pero me deprimí mucho porque estaba completamente solo, y no me iba bien con la plata. Decidí volver a San Juan y tener que volverme me dejó mal.
Una vez de vuelta en San Juan, decidí dejar de estudiar música y no pude. No tenia trabajo, estaba muy triste, y tuve que empezar a tocar folklore (una música que detestaba) el grupo era de folklore fusión y habían ganado el Pre-Cosquin y me pagaban bien. Rearme mi banda de blues en el 98 y ese año elegí estudiar música. Una carrera llamada Mendoza continuamente, iba y venia, vivía en Mendoza 4 meses al año, al mismo tiempo tocaba en San Luís, producía discos. Definitivamente ya no era un niño y estaba creciendo.
Así llegué al 2005 regresé a San Juan y resolví no viajar mas y termine mi carrera. Había que empezar con una vida nueva.Entonces me presente a un concurso y gane un premio en el Fondo Nacional De Las Artes. Comencé a viajar Buenos Aires y a estudiar con Manolo Juárez Es el padre de los pianistas argentinos. Y ahí me encomendé a la tarea de grabar mi disco solista, recibí mucho apoyo de mis amigos. Mi banda ahora era Ariel Carrizo, en flauta traversa. Un chelista, Juan en el bajo que también es mi productor, Matías en percusión y yo. La propuesta ahora es romper todos los soportes musicales, hasta los formatos de escenarios. La proposición no es solo un disco, sino que es audiovisual, el espectador es parte de la obra y sus sentido de ven afectados todo el tiempo. Ellos deciden que ver y que escuchar durante el show. Esto va a estar listo para fin de año.

Por otro lado tengo una productora con Ariel y Matías, mis grandes camaradas y hermanos de la vida. Para este año tenemos 8 discos para producir, ya tenemos listos dos, que son todos de distintos estilos, desde folclore pasando por reagee, música étnica, tango y flamenco. Crecemos mucho y rápido.
Además formé una cátedra libre de música popular dentro de la facultad. Es un lugar dedicado a la creación musical, la capacitación permanente y un lugar de integración para los llamados músicos populares que la facultad segrega en algún punto, por no querer estudiar una carrera de interpretación de música mal llamada "culta". En este espacio van docentes, profesores que quieren relacionarse con la creación, músicos de la calle, todos tocan bien. Pero no todos leen música, a ellos se les enseña rápidamente a través de un método que estamos investigando. La modalidad es de aula taller
La cátedra es un espacio de prueba y acción, todos pueden ser docentes del taller. El conocimiento se construye entre todos, no por imposición. Es como en Vigostky "la zona de desarrollo próximo". Esta basado en el paradigma del materialismo dialéctico. Ahora va a pasar a ser "programa" por sus características de integración social. Esta cátedra es el lugar donde yo hago investigación musical.

Trabajo en la secretaria de ciencia y técnica de la universidad. Y va a ser mi tesis para mi licenciatura que me falta terminar. Axial es mi vida hasta hoy. Trabajo como un animal, pero todo lo que hago me gusta y sirve. Me sirve a mí y sirve a los otros. Creo que todo se puede cambiar para mejor. Soy muy optimista. Soy de alguna manera un anarquista, creo en difusión de la verdad y en la libre distribución de la información para todos por igual y creo en la justicia social. Y creo que la educación puede hacer que todo sea mejor para todos.

"Chacarera para Gismonti".